Guerrero, elecciones 2015: crisis política, segunda alternancia en la gubernatura y declive de la izquierda (con una adenda por el año electoral 2018).

Abstract

Guerrero ha sido catalogado históricamente como un estado problema y una entidad de excepción. El “caso Iguala” no solo alteró, la de por sí convulsa vida guerrerense sino que trajo consigo un problema de gobernabilidad no visto en épocas recientes. Durante los meses posteriores al 26 y 27 de septiembre de 2014, distintas ciudades de Guerrero, en particular, la Capital, Chilpancingo, pero también Acapulco e Iguala, entre otras, vivieron jornadas de protesta política. Uno de los primeros resultados de las presiones internas e internacionales para el gobierno mexicano, fue la presentación de la solicitud de licencia para que el entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero se separara del cargo. El proceso electoral concurrente inició operaciones para renovar los poderes ejecutivo y legislativo en la entidad, los 81 cabildos municipales; así como las nueve diputaciones federales. El ciclo electoral se repetiría pero en condiciones muy distintas: sería la primera vez en la era electoral contemporánea guerrerense que los comicios de gobernador, congreso local, ayuntamientos y diputados federales se realizarían en una sola jornada electoral.