El COVID-19 y la información de desigualdad: el discurso unilateral de la pedagogía de la instrucción.

Resumen

El 24 de marzo se declara la emergencia sanitaria en México por la llegada del virus llamado COVID-19, se nos dijo que su origen, desde noviembre 2019, lo tuvo en Wuhan, China, de ahí en adelante, se fue expandiendo por todo el mundo. En diversos países se implementaron medidas de confinamiento obligatorio, en otros países fue más flexible el confinamiento, como en México, por ejemplo. De manera general los medios de comunicación se encargaron de generar una pedagogía del “buen confinamiento” y sus prácticas accesorias, una de ellas y la primordial, fue el lavado de manos, donde el consumo hace su aparición con los diversos tipos de gel con cloro, por no mencionar la histeria por la adquisición de papel del baño, esto por la asociación del virus con un tipo de influenza, para el depósito higiénico de restos nasales, un segundo tipo de educación instrumental mediática. En este último caso, la sintomatología del flujo nasal excesivo que se asoció al COVID-19, conllevó el perfeccionamiento de la práctica, mediante el uso del brazo, izquierdo o derecho, dependiendo de la importancia que uno les dé a estas articulaciones, se estornudaba en el ángulo formado entre el antebrazo y el bíceps, a modo de pañuelo más acaparador del mismo flujo nasal.